1/07/2017

"La quinta esquina"


La quinta esquina
Izraíl Métter
Libros del Asteroide 2014

Calificaría este libro como profundamente auténtico. El autor, rondando los sesenta años, hace balance de su vida, que pilló la revolución rusa de niño y la época de Stalin. Muy crítico, sobre todo con el sistema soviético que le robó la capacidad de vivir en la verdad y de disentir. Con un profundo sentimiento de culpa por no haber sabido enfrentarse al poder. En la novela, muy bien escrita, toca todos los temas que interesan a cualquier ser humano. La familia, el amor, la juventud, el miedo, Dios, la delación como forma de vida, el terror, la poesía, la culpa... Todo es interesante, en un desbarajuste increíble, como son los recuerdos, que vienen cuando quieren. Hay diálogos entre el yo actual y el yo de la juventud... Muy bueno. Un 10. Muy buena entrada del año.

En 2001 (lo tengo apuntado) leí otro libro de este autor: "Genealogía y otros relatos", pero no me he dado cuenta hasta terminar éste. También me gustó mucho, le puse un 9.

"Boria, el narrador de esta bella novela es un hombre superfluo, destinado a desempeñar un papel marginal en la sociedad que le ha tocado vivir: la Rusia soviética. Hijo de un pequeño empresario judío, sus orígenes pequeñoburgueses le impiden acceder al mundo universitario en el que cree haber encontrado su vocación, por lo que tendrá que formarse de manera autodidacta y resignarse a enseñar en instituciones de segunda clase.

De manera fragmentaria el sensible Boria va recordando su convulsa vida: la muerte de su padre; sus primeros intentos de ganarse la vida dando clases particulares; la vida en las distintas ciudades en las que le toca vivir: Járkov, Leningrado y Rostov; y, sobre todo, sus amores con la bella Katia, paradigma de la volubilidad femenina. A través de esos fragmentos el narrador va componiendo un emotivo y perspicaz retrato de la vida cotidiana en la Rusia soviética, un mundo dominado por los valores colectivos que tiende a aplastar cualquier atisbo de humanidad.

Métter utilizó elementos autobiográficos en La quinta esquina, que terminó de escribir en la década de los sesenta pero que no pudo publicar hasta 1989. Su aparición lo consagró como uno de los autores rusos más destacados de la época y le dio fama internacional."