28/03/2008

Conrado Giménez, fundador de la Fundación Madrina

Entrevista muy interesante que ha aparecido hoy en la contra de La Vanguardia. Hay mucha gente buena...


"El embarazo es una mala noticia en nuestra sociedad"

48 años y soltero. Nací y vivo en Madrid. Soy biólogo, especializado en bioquímica y biología molecular, dediqué 4 años a la investigación. Luego me pasé, 18 años, al mundo de la banca. Monté la sociedad de valores del BBV. Mi política es ayudar al más cercano. Soy católico.

Un biólogo en las altas finanzas y reciclado en la ayuda humanitaria…
Si los atiendes, los accidentes de la vida te van marcando, y yo soy un vitalista. La investigación me enseñó organización, disciplina y rigor científico, algo que no existe en el mundo de la economía.

¿Qué aprendió ahí?
Que todo tiene una perspectiva económica, y obtuve una gran experiencia humana. La reconversión de la banca creó muchas situaciones dolorosas que compartí.

Oiga, no es normal que un financiero se desvele por los perdedores.
Por las noches trabajaba con enfermos de sida, lavándolos, cambiándoles pañales y a menudo cogiéndolos de la mano hasta que morían. En verano me iba de misiones.

Ahora sí entiendo.
Esas experiencias me ayudaban a comprender lo que somos y eso humanizaba mi trato con los clientes, actitud que me llevó a conseguir mayor rentabilidad, pero, sobre todo, hice grandes amigos.

Abandonar la seguridad no es fácil.
Siempre sueñas con dejar tras de ti algo positivo. Mi objetivo es poder ayudar cada día a una persona. Pero todos los cambios que he hecho han sido duros. Cuando dejé la biología, lloré en la capilla del hospital.

Experto del comité bancario europeo, implantador del euro, profesor en la Bolsa de Madrid...
Sí, y de eso a pasar a un tema que nadie entiende... Amigos y familiares me llamaron fracasado. De repente, todo el mundo te olvida, te deja la novia, los trajes hechos a medida se deterioran y tu magnífico coche se convierte en una chatarra. Pero el agradecimiento de aquellas mamás me compensaba.

¿De qué vive?
De una golosa indemnización de mi vida anterior, y ahora inicio un proyecto financiero que me permitirá mantener la fundación.

¿Por qué decidió ayudar a las madres?
Porque son engendradoras de futuro. Encontramos una mamá embarazada de 6 meses en un contenedor, sufría estrés postraumático. En el hospital la mantenían atada porque se agredía. Tenía los ojos cerrados y no sabíamos si nos oía, pero estuvimos a su lado cogiéndola de la mano y repitiéndole "no estás sola, te queremos". En cuanto despertó preguntó por nosotros. ¿Entiende ahora?

Sí.
La raíz de todos los problemas es la falta de amor: si nadie te ama, no puedes amar. La madre Teresa de Calcuta dijo algo que siempre me acompaña, dijo que cada niño que nace lleva el siguiente mensaje: Dios todavía no ha perdido al esperanza en el hombre. Muchas de esas madres sueñan con un gran futuro para sus bebés, pero están solas.

Eso es mucho soñar.
Esos niños nacen de mujeres muy valientes, sólo necesitan una ranura por la que ver la luz. Una mujer apoyada vence al mundo; como dicen los africanos, quien apoya a una madre salva una nación.

¿Qué hace su fundación por ellas?
El proyecto Carla atiende 24 horas, por teléfono e internet, a madres que necesitan ayuda, unas 110.000 hasta hoy. Lucía es un programa de hogares madrina, gente que acoge a nuestras madres y su bebé.

¿Qué gente hace eso?
Muchas personas mayores que están solas. Así solucionamos dos problemas. El proyecto Sandra es de orientación y empleo: estas madres deben salir adelante por sí solas. Una vez que han pasado esa experiencia desastrosa de abandono, su autoestima es bajísima; no levantan cabeza, pero si las apoyas, llegan a convertirse en empresarias.

¡!
Sí, sí, vencer experiencias dramáticas te da la fuerza de comerte el mundo, cualquier problema es pequeño comparado con lo que han vivido.

¿Cuál es el perfil?
Jóvenes, el 60% inmigrantes, a la mayoría las han echado del trabajo al quedar embarazas. El embarazo es una mala noticia en la sociedad actual y un factor de desigualdad. Se quedan en la calle y necesitan apoyo psicosocial. Contamos con una red de empresas que contratan embarazadas y mamás solas y tenemos acuerdos con entidades financieras para darles ayuda económica.

Nueve de cada diez mujeres embarazadas o madres sufren acoso laboral.
Ese es el resultado de mi estudio. El mobbing laboral a las embarazadas se enmascara porque suelen trabajar en sectores donde la temporalidad es grande, no les renuevan el contrato. Y la mayoría son abandonadas por su pareja cuando se enteran de que van a ser madres.

Ante eso, muchas abortan.
Sí; y en el cuarto mes de embarazo, cuando les empieza a crecer la barriguita, se detecta violencia sexista en el 40% de las chicas que atendemos.

También es habitual que resten a las madres responsabilidad laboral.
Sí, la realidad es que la mujer tiene que decidir entre su maternidad y el trabajo. A nivel político sólo se ponen parches. Estuvimos en el Parlamento Europeo proponiendo medidas, porque no es un tema de conciliación sino de priorización. Los niños son un bien social. La maternidad contribuye al 3% del PIB nacional y soporta el 50% de él. La maternidad debe ser considerada un derecho fundamental y patrimonio de la humanidad. Hemos propuesto 37 medidas.