Increíble y magnífica novela, de lo mejor que he leído últimamente. Larguísima, he empleado un mes, como cuatro libros. Ochocientas páginas el doble de grandes de lo habitual y con la letra muy pequeña. Pero no tiene desperdicio. Ambientada hacia 1830 en Inglaterra, la protagonista es una pequeña ciudad con sus habitantes, especialmente dos familias. La descripción sicológica de cada protagonista es muy prolija. El narrador omnipresente continuamente analiza las reacciones de todos, los modos de decir... Dorothea es una mujer joven generosísima e idealista, que todo lo que toca lo mejora. Rosamonde es otra joven que vive de las aparienciads, llevando a su marido, un médico idealista por el camino de la amargura. Mary, hija de un administrador, con un sentido camún aplastante, enamorada de Fred, hermano de Rosamond, al que convierte en un hombre. El señor Fradebother, clérigo honesto, que es capaz de sacrificarse hasta el heroísmo por sus amigos. Blaustrode, banquero corrupto que se ampara en la religión para justificar sus fechorías. Y muchos otros personajes, que sitúan perfectamente la vida en una ciudad de provincias de la época.
He disfrutado mucho leyéndola. Esta George Elliot era muy inteligente. Un 10