11/02/2014

La cultura del subsidio nos mata



¡Cuánta razón tiene el señor Nitin! Una entrevista interesante e ilustrativa que publicó La Vanguardia hace poco.

Nitin Nohria, decano de la Harvard Bussines School

Usted enseña liderazgo: aquí tenemos muchos cargos, pero muy pocos líderes.
Confundir el cargo con un líder es tan erróneo como habitual. Pero el cargo no hace al líder. ¿Qué hace al líder? Líder es quien se esfuerza hasta lograr ayudar a los demás a dar lo mejor de sí mismos.

¿Es anticuado enseñar liderazgo cuando la mayor inteligencia es la colectiva? 
Llámele liderazgo o como quiera, pero las funciones de líder, con redes sociales o sin ellas, siguen siendo igual de necesarias.

¿Seguimos necesitando jefes? 
Aún necesitamos líderes capaces de dar potencia, intensidad, dirección y sentido al talento individual para unirlo al del grupo, que, a cambio, debe saber reconocerlo.

¿Y no se puede lograr eso sin jefes? 
Las tecnologías permiten nuevas formas de liderazgo más abierto y participativo, pero cuando el desafío es grave y requiere respuesta urgente, necesitamos un capitán. Recuerde el papel de Giuliani el 11-S.

La ocasión crea al ladrón: ¿y al líder? 
El poder puede corromper, pero sigue siendo necesario. La distribución del poder en redes digitales no intenta ahora algo que no intentaran antes Bakunin, las comunas, los kibutz y todo tipo de anarquías y acracias: querer autoorganizarse sin jerarquías.

¿Por qué no es posible? 
Porque la gente sigue creyendo que es más fácil y útil ceder parte de su poder de decisión al grupo y del grupo al líder, porque así logran objetivos que solos no alcanzarían.

¿Todo cambia para seguir igual? Todo cambia: vamos a ver formas de poder insólitas ejercidas de forma insospechada por personas que jamás lo tuvieron.

¿Para aprenderlas deberé gastarme los 100.000 euros que cuesta su MBA? La información que le damos –ya se lo digo yo– la puede obtener gratis en internet, pero la experiencia y la confianza para convertirla en habilidades sólo la adquirirá con nosotros. Además, damos becas.
A lo mejor las amistades que haría en Harvard sí que valen esa fortuna. Es otro valor, pero, sobre todo, allí adquirirá su propia visión del mundo; algo que no puedes hacer solo, sino en comunidad.

¿Sobre qué ha construido la suya? 
Creo que tu trabajo es mucho más que el dinero que ganas por él. Por eso, ser capaz de trabajar para uno mismo da mucha más dignidad que cobrar un subsidio.

Supongo que sabe que en España sufrimos más de un 26 por ciento de paro.
Lo sé y por eso lo digo. Y no soy un millonario teorizando. Nací en India. Sé lo que es ser pobre y pedir limosna, y también sé lo que es ser pobre pero ganarte la vida con tu trabajo: todos los trabajos son dignos.

¿Cuál es la diferencia? La limosna te da dinero, pero no dignidad. He mirado a los ojos de los pobres de India que recibían ayuda y educación pero se esforzaban hasta lograr un empleo y un sueldo y un futuro. Y también he visto cómo los que preferían seguir viviendo de limosnas rehuían mi mirada al dársela.

¿Y las subvenciones no dan dignidad? Los subsidios de paro o contra la pobreza son imprescindibles. Jamás abogaré por desmontar el Estado de bienestar. Pero sí debo explicar que el subsidio de desempleo puede sustituir una parte del sueldo, pero no puede sustituir la autoestima y la esperanza que proporciona el ganarse la vida.

¿Eso no depende de cada cultura? La dignidad humana es universal. Y la autoestima también y se incrementa cuando trabajas con sueldo y no con subsidios. El subsidio jamás puede ser un modo de vida, sino sólo un auxilio temporal que te ayude a formarte para encontrar otro empleo. Es inmoral pagar a alguien por no trabajar.

Ahora míreme a los ojos y dígame que prefiere cobrar 100 euros por barrer que 200 de subsidio de desempleo
Prefiero cobrar 100 euros por barrer que 200 de subsidio de desempleo.

¿Y las subvenciones a regiones? Rige el mismo principio para los territorios y pueblos que para las personas: el subsidio debe ser temporal y sólo ha de servir para ayudar a que una región o país se esfuerce y se forme y mejore hasta que pueda mantenerse a sí misma. Esa ayuda necesaria no debe degenerar en indefinida.

¿No es solidaridad entre territorios? La solidaridad consiste en ayudarlos a que se ayuden. Si les das dinero indefinidamente, desincentivas su esfuerzo por competir hasta poder ganarse su propia riqueza.

¿Cree que la solidaridad desincentiva? Sé bien de lo que hablo porque lo sufrí en India: durante años tratamos a los países según la cantidad de ayuda que nos daban. Hoy hemos logrado transformar esa limosna en intercambio comercial entre iguales y hemos aumentado así nuestra autoestima.

¿Juzga humillante la prejubilación? Es una tortura jubilar a una persona de 60 años llena de vida, experiencia y ganas de compartirla que desea sentirse útil y que le paguen por serlo. Yo trabajaré a esa edad y a cualquier otra, porque a cualquier edad necesitamos sentirnos útiles.