Mounier 2020
Estudio continuamente el tema de la afectividad, pues una afectividad desequilibrada o enferma imposibilita la felicidad. Y en la sociedaad y momento en que vivimos, este aspecto de la persona está olvidado e infraeducado. Este libro es sencillo, pero aporta razones de bastante sentido común para orientar y educar. Un 7.
El ámbito del corazón constituye posiblemente el pórtico de acceso a lo más íntimo del ser y del existir de las personas. Nacemos en los brazos amorosos de la realidad, que desde el comienzo es personal y amorosa. Por ser amados desde el nacimiento, somos capaces de amor, de encontrarnos con la realidad –sobre todo con la realidad del tú- siendo afectados por su importancia y no sólo por su facticidad. Desde este fundamento, y frente a los que, desde sus olimpos conceptuales, juzgan el mundo sentimental un “laberinto”, se propone en este pequeño ensayo un encuentro con nuestra dimensión afectiva siempre en clave positiva y propositiva: primero llevando a cabo una cartografía de nuestras experiencias afectivas; en segundo lugar, proponiendo claves para interpretar nuestros afectos; en tercer lugar, afrontando las principales causas de tullimiento y trastorno afectivo, descubriendo siempre su potencial personalizante. Como las personas somos luz y estamos llamados a incrementar nuestra luminosidad, no cabría terminar el ensayo sin la propuesta de una pedagogía afectiva mediante la que, conociendo y aceptando lo que somos y sentimos, podamos responder a la llamada a iluminar con luz propia.