Copio un artículo aparecido hoy en La Vanguardia sobre la educación diferenciada. Muy bueno.
DEBATE. Los retos educativos
La educación diferenciada
Enric Vidal Rodà
De dónde ha sacado Hillary Clinton la tenacidad para perseverar en la dura batalla electoral? Sin duda de la educación recibida. Estudió en el Wellesley College, un centro de educación diferenciada. Numerosos estudios demuestran que los centros de educación diferenciada de chicas favorecen la autoestima y crean un clima que permite explorar con mayor desinhibición los territorios académicos. En los centros diferenciados, las mujeres optan en mayor grado por orientaciones académicas más alejadas de estereotipos de género, aumentando su presencia en carreras tradicionalmente masculinas.
La escuela mixta, que tanto ha contribuido a la igualdad de la mujer, no es un territorio aséptico. El feminismo denuncia el androcentrismo de la mixticidad y alerta sobre los efectos del currículum oculto, prácticas casi invisibles que perpetúan la discriminación de género en la escuela. El feminismo ve la mixticidad como una escuela de varones que se ha dignado aceptar que las mujeres compartan el currículum con ellos, y reivindica un giro hacia una escuela más igualitaria.
En el aula mixta los varones reciben una atención preferente, monopolizando los debates y provocando más interferencias disciplinarias. Las chicas son a menudo veladamente estimuladas a adoptar patrones de comportamiento pasivos. En los centros femeninos no hay ataduras de género. Las chicas se lanzan a las nuevas tecnologías y proyectan su voz con fuerza en los debates. Su reto diario no es atraer al chico de la tercera fila, sino aprender a ser ellas mismas. Este proceso se conoce como el empowerment (empoderamiento) femenino, una energía que sin duda Hillary Clinton posee y transmite a su paso.
Clinton, defensora de la libertad educativa, ha afirmado su voluntad de impulsar la educación diferenciada incluso en los centros públicos. Desgraciadamente, el anteproyecto catalán confunde igualdad con mixticidad y servicio público con servicio de interés público, imponiendo la escuela mixta como único modelo. Al inicio del siglo XXI, la educación no debería convertirse en una veleta a merced de los vendavales políticos. Una progresía que defiende tantos modelos de familia y tan pocos modelos de escuela nos empuja al abismo de la contradicción y el absurdo.