Me ha gustado mucho. La infancia y adolescencia de Spielberg, su fascinación por el cine desde que vio la primera película.
Todo indica que el rodaje ha supuesto para Steven Spielberg una catarsis para enfrentarse a sus demonios personales. Aborda la desestructuración familiar, tema que de una u otra manera ha estado presente en toda su filmografía. Al mismo tiempo, ha compuesto una canción de amor a sus progenitores, fallecidos poco antes de la elaboración del film, pues su madre, Leah, falleció en 2017 a los 91 años, y su padre, Arnold, en 2020 a los 103. Se habla también de discriminación y antisemitismo, de aprovechar el talento innato y mejorar día a día, del peligro de centrarse en el trabajo descuidando a los seres queridos, y de su primer amor con una joven cristiana un tanto ofuscada, aunque Spielberg se ha tomado el choque de religiones con humor. Y sobre todo está presente el nacimiento de su vocación cinematográfica, y se muestra la capacidad del cine para imprimir leyendas, a las que hacía referencia El hombre que mató a Liberty Valance, una de las películas que el personaje central acude a ver. DeCine21.