10/11/2025

Feria



Ana Iris Simón
Círculo de tiza 2020

Recuerdos de infancia de la autora, con la nostalgia de la pérdida de unos valores que actualmente se ven como ataduras, pero que en realidad, eran los que daban sentido a la vida. Muy auténtico. Vale la pena. Un 8.

«Tendré que llevarte al cerro de la Virgen y tendré que decirte que eso es La Mancha y que es de esa tierra naranja de donde venimos, que ese manto de esparto que no acaba nunca es lo que eres. Tendré que explicarte lo que es un Pueblo y sabrás que el nuestro está atravesado por tres realidades: la ausencia total de relieve, el Quijote y el viento. Tendré que recordarte que eres nieto de familia postal, bisnieto de campesinos y feriantes, tataranieto de carabinero exiliado y de quincallera, y que sientas entonces que eres heredero de una raza mítica». 

Ana Iris creció escuchando a sus abuelos el relato de dos mundos que se desvanecen. Unos, feriantes, quejándose de que cada vez tenían más trampas y menos perras, porque a medida que la vida se convertía en una feria —la de las vanidades—, la auténtica feria dejaba de tener sentido. Los otros abuelos, campesinos, le transmitieron el arraigo mágico de la tierra. Y fue ese abuelo el que la llevó un día a un almendro y le dijo que lo había plantado él, así que pa ella era su sombra. Feria es una oda salvaje a una España que ya no existe, que ya no es. La que cabía en la foto que llevaba su abuelo en la cartera con un gitano a un lado y al otro un Guardia Civil. Un relato deslenguado y directo de un tiempo no tan lejano en el que importaba más que los niños disfrutaran tirando petardos que el susto que se llevasen los perros. También es una advertencia de que la infancia rural, además de respirar aire puro, es conocer la ubicación del puticlub y reírse con el tonto del pueblo. Un repaso a las grietas de la modernidad y una invitación a volver a mirar lo sagrado del mundo: la tradición, la estirpe, el habla, el territorio. Y a no olvidar que lo único que nos sostiene es, al fin, la memoria.


Nonnas (2025)


Amable película, basada en una historia real. 

Joe Scaravella, neoyorquino de origen italiano, es un tipo maduro, que trabaja en un taller de automóviles, dedicado al cuidado de su madre hasta su fallecimiento, y que se ha quedado soltero. Ahora, como le sugiere su amigo Bruno, contratista, y su mujer Stella, es el momento de hacer realidad sus sueños. Y tiene la idea de abrir un restaurante en Staten Island donde te sientas como en casa, inspirado por el talento culinario de su madre y su abuela, el planteamiento es que cocinen “nonnas”, mujeres de cierta edad que saben preparar platos sabrosos con los que han alimentado antes a sus familias. No será fácil, pero allí se presentarán como chefs Roberta, viuda de Sicilia que vive en una residencia, Antonella, también viuda, de Bolonia, y vecina de Olivia, una antigua compañera de instituto de Joe, y Teresa, que ha dejado el convento donde era monja, más la peluquera Gia, experta repostera. DeCine21.



Mr. Burton (2025)

 
Buena película de los años jóvenes de Richar Burton. Vale la pena.

País de Gales, 1942. Richard Jenkins es un estudiante hijo de minero viudo y alcohólico con doce hermanos, que vive con su hermana Cis y su cuñado Elfed, y destaca en clase por su amor a la literatura, le encantan las clases de su profesor Philip Burton. En un ambiente de extrema pobreza, se ve obligado a dejar el colegio y ponerse a trabajar. Pero Mr. Burton, soltero que escribe obras de teatro y programas radiofónicos para la BBC, observa su talento natural para la actuación, y decide ponerlo bajo su tutela, persuadiendo a la hermana y el cuñado para que lo dejen regresar al aula. DeCine21