Comenté ya el efecto que me causó la noticia del bebé medicamento --héroe a las tres horas de nacer--. Ahora he encontrado una nota que ha publicado la Conferencia Episcopal Española sobre el tema, que la explica mejor que yo. Copia aquí el fragmento en el que toca el tema que me preocupaba:
"Se ha calificado el hecho como un éxito y un progreso científico. Sin embargo, someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica supone reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad. Los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista. Por su parte, el hermano que finalmente ha nacido ha sido escogido por ser el más útil para una posible curación. Se ha conculcado de esta manera su derecho a ser amado como un fin en sí mismo y a no ser tratado como medio instrumental de utilidad técnica."
Documento completo