02/05/2010

Juergen Donges y la gestión de la crisis española


  
El mayor problema que tiene España actualmente son sus políticos y gobierno. Sé que la gestión de la crisis es un auténtico desastre, y me anima ver que lo corrobora desapasionadamente este analista que estuvo que presidió el consejo económico de los cancilleres Kohl y Schröder.

Cuando un gobierno afronta una crisis económica, ha de  tener un plan – de izquierdas ode derechas, pero un plan-y debe explicarlo y ser capaz de mantenerlo…

¿Por qué?

Porque si tiene un plan y lo cumple, ese gobierno y ese país, pese a su crisis, se convierten en previsibles para el mundo.

¿Aunque el plan no sea el mejor?

Lo esencial es que exista y se cumpla. Porque, al saberlo, los mercados pueden adaptarse a él. Así ese gobierno minimiza la gran enemiga de los mercados, la incertidumbre; y maximiza su gran amiga, la confianza.

Usted es un experto en confianza.

Le hemos dedicado mucha investigación: la Vertrauen es imprescindible.

El petróleo de los países sin petróleo.

En cambio, si el gobernante va dando bandazos – anuncia y no hace y sólo pone parches-, desorienta a los mercados y crea esa incertidumbre letal para la imagen de un país.

¿Cree que aquí ha faltado Vertrauen?

El Gobierno español ha actuado sin plan ni coherencia, dando bandazos y con parches. Y, por ello, la imagen de España en los mercados es peor que su realidad económica.

¿Y no hubier
a ayudado que nuestra oposición y Gobierno dieran respuesta conjunta a la crisis?


¿Por qué aquí sufrimos la crisis griega? 

Grecia ha vivido durante años por encima de sus 
posibilidades: gastaba más de lo que ganaba y así generó una enorme deuda…

Además, mintió al declararla.

… ¡Fatal para su Vertrauen! Ahora Grecia no puede devolver esa deuda a los mercados y espera que los demás países del euro -y Alemania el que más- pongan ese  dinero.

¿Por qué Alemania se resiste tanto?

¡Lo que me extraña es la facilidad con que ha accedido Zapatero a ponerlo! En Alemania, muchos municipios en apuros han recortado guarderías, piscinas, bibliotecas, transportes… Los alemanes ya hemos rebajado nivel de vida para ahorrar.

Y ahora Grecia les pide sus ahorros.

Mientras los alemanes nos sacrificábamos, los griegos mantenían sueldos públicos y subvenciones por encima de lo que ganaban. Ahora nos piden que paguemos sus excesos y eso tiene un coste político que la canciller Merkel se resiste a asumir.

¿Qué pasa si Grecia suspende pagos?

Es pequeña. Podríamos reestructurar y absorber su deuda. Lo hemos hecho con otros países muchas veces: Argentina, Tailandia, México… Y con Grecia no sería peor.

¿Entonces…?
Lo que de verdad nos preocupa es que, cuando los griegos ya tengan nuestro dinero, no hagan los recortes prometidos y… ¡a vivir hasta la próxima crisis! Así, esa ayuda acabaría siendo subsidio: algo así como el eterno subsidio de su PER andaluz.

Ustedes también tuvieron su PER al unificarse con la ineficiente ex RDA.

Sólo al principio, pero después Schröder recortó esos subsidios y pagó un altísimo coste político por ello: al SPD le surgió una escisión a la izquierda, Die Linke, con Lafontaine. Pero hizo lo que tenía que hacer.

¿Y si Grecia arrastrara a España?

España es grande y sería trágico para el euro. Hay riesgo porque la crisis española es interna. Su sector inmobiliario exige sacrificios; la alemana es externa: sus exportaciones cayeron con la demanda 
exterior.

¿Qué aconseja a España?

Reformas urgentes y creíbles y que asuma su coste político con valentía. Reconvertir el sector inmobiliario es como aquella otra reconversión industrial – recuerde-que tan alto coste tuvo para Felipe González.

Dos huelgas y paro, sudor y lágrimas.

Porque su mercado laboral no está pensado para absorber estos choques: es muy rígido. Y, al ser tan caro contratar, el empleador prefiere invertir en máquinas y suprime empleos. Y sus sindicatos no ayudan…

Pues yo los veo muy pacíficos.

Los sindicatos españoles no se han enterado de lo que se juegan y siguen pidiendo aumentos de sueldo. En cambio, los sindicatos alemanes este año no han querido alzas salariales. Han pedido más formación profesional y más seguridad en el empleo.

Bajar sueldos hace gastar menos y esa caída de la demanda genera más paro.

Falso. Lo que contrae la demanda agregada es el paro, el miedo al paro. La gente tiene miedo a perder el empleo y gasta menos, lo que, a su vez, genera más desempleo.

¿Por qué Alemania resiste mejor?

Porque se especializó en producir una maquinaria – industrial o automóviles-para la que siempre hay demanda en todo el mundo si hay crecimiento económico… Y ahora le voy a dar una buena noticia.

¡Por fin!

Las exportaciones alemanas vuelven a aumentar. Y recuerde que todas nuestras crisis se solucionan igual: la exportación aumenta y esa subida se traslada a la inversión, que, a su vez, hace crecer el empleo, que a su vez hace crecer el consumo privado… Y de ese nuevo ciclo se beneficia toda Europa.

A ustedes les va bien un euro débil.

Falso: no tenemos un gobierno como el chino, que mantiene su divisa baja. Lo esencial para nosotros es que haya demanda internacional. Piense que el ochenta por ciento del Porsche Cayenne, por ejemplo, que tanto compran aquí, está hecho en Bratislava y, por lo tanto, sin euro.

Hombres de Estado

Ante la recesión me gustaría haber tenido un gobierno sincero, coherente y sólido, pero también me hubiera gustado tener una oposición – ¿o es que no pago sus sueldos con mis impuestos?- que pusiera el interés del país por encima del de su partido y pactara – como otras oposiciones europeas- una política de Estado para salir de ella. Quien crea que cuanto peor le vaya a España, mejor le irá en las urnas, lo pagará en votos. Al menos el mío. Lo hablo con Donges, presidente de los “cinco sabios” que asesoraron al canciller Helmuth Kohl – que sí supo ser un hombre de Estado- y a Schröder, quien, pese a su futilidad en otros ámbitos, supo asumir el coste político de recortar los subsidios a la RDA.