11/01/2012

Mamá y papá estado



Pilar Rahola se escandaliza de una iniciativa inglesa que consiste en que las adolescentes pueden pedir por SMS la píldora del día después, a partir de los 11 años.

Cuando en mi instituto nos im-pusieron una "enfermera" con un horario semanal en el centro para atender las dudas de los y las adolescentes en temas de alimentación, sexo y dependencias, en horario lectivo, nadie puso el grito en el cielo. En el claustro de profesores, sólo yo. Intenté hacer una movida entre los padres, informándoles para que se revelaran. Pero nada. Me parece aberrante que en estos temas los menores de edad no cuenten con la atención de sus padres, (estas consultas son confidenciales), sustituyéndolos por unas personas que no sabes si darán a tus hijos los consejos que tú darías. En fin. Aquí está la queja y las reflexiones de Pilar.

"Lo digo sin ambages: estoy escandalizada con la noticia que viene de Inglaterra y que cualquier día llegará a casa. Según dice la información, las niñas de seis colegios del condado de Oxfordshire "podrán solicitar la píldora del día después mediante un SMS en virtud de un programa que se iniciará el próximo mes de julio". La idea es frenar los embarazos adolescentes y por ello la administración les concederá la píldora a las chicas directamente, sin mediar ningún trato humano y al margen del conocimiento de los padres. Es decir, el papá-Estado hará de tutor indirecto de las adolescentes vía teléfono, y convertirá la relación padres-hijas en una brecha insalvable que la administración decide saltarse por gracia de su graciosa majestad. Y no hablamos de chicas de 18 años, sino de edades a partir de los 11 años, es decir, de auténticas criaturas. Lo siento, pero esto no me parece ni avanzado, ni progresista, y desde luego nada bueno.

Veamos. Entiendo la preocupación por el aumento de embarazos a temprana edad, aunque tengo entendido que se debe más al consumo de drogas de síntesis que no al simple descuido. Es decir, no es que no se protejan, es que cuando han tomado vayan a saber qué no saben ni lo que hacen.

Pero incluso al margen de esta información, y dando por hecho que es igual si el embarazo se produce a causa del descuido o de las drogas o de cualquier otro factor incluso más dramático, me parece terrible que los padres desaparezcan completamente de ese momento crucial y se conviertan en simples comparsas que no saben nada de lo que pasa con sus hijas. ¿Esa es la función del Estado, la de sustituir a los padres en momentos delicados? Y ello sin que medie ningún conflicto, ni se trate de ninguna familia problemática, sino sencillamente por si acaso. Es decir, por si acaso se aparta a los padres por decreto ley, se trivializa un posible embarazo resolviéndolo vía SMS, y se banaliza la sexualidad a temprana edad como si fuera, nunca peor dicho, un juego de niños. ¿Pero quién se ha creído el Estado que es? ¿En qué momento un representante público debe convertirse en una especie de pater familias supremo por encima de las familias y de las relaciones parentales? Puedo entender que el Estado actúe puntualmente si estamos ante relaciones problemáticas, pero en el resto, ¿quiénes son ellos? Se trata de nuestras hijas, de sus problemas, de sus errores, de las soluciones que hay que tomar, y, por encima de todo, se trata de no enviar nunca la penosa idea de que los padres no deben estar, justamente cuando se les necesita. Ni la píldora del día después es una tontería; ni lo es haber tenido relaciones a edades tan tempranas como los 11, 12, 13 años; ni lo es vivir esa situación de riesgo sin la ayuda familiar. Todo ello me parece de una frivolidad extrema y no tengo duda de que es una invasión inaceptable del Estado en el seno familiar."