05/01/2010

Honestidad en el arte: Fernando Trueba

 

Publica hoy La Vanguardia una entrevista a Fernando Trueba. Me ha gustado su honestidad en los planteamientos y las respuestas.

Fernando Trueba, cineasta, opta a su segundo Oscar con ´El baile de la Victoria´

Tengo 55: con los años se aprende y desaprende. Yo no soy un tema que me ocupe. Nací en el Estrecho, Madrid: mis padres trabajaron muchísimo. No tengo ningún paraíso perdido en el pasado de este país que fue siniestro.

LLUÍS AMIGUET

Me ha emocionado su película y no quería...

Pues quiera, hombre, quiera: en el cine hay que abandonarse a la peli y reírla y llorarla y dejarte que se apodere de ti. Amí lo que me gusta en el cine es que la película me lleve.

¿Como profesional no nota los trucos?

A veces he visto una película muy buena varias veces para analizarla y aprender, pero era tan buena, que, al final, acabo sin analizar nada, pero vuelvo a disfrutar de cada plano como un colegial.

¿Y cuando la dirige?


Exactamente igual: lea usted los Cincuenta consejos mágicos para pintar de Dalí.

¿Y lo entenderé?


Lo entenderá si lo lee con todo; no sólo con la razón. Dalí da consejos estrambóticos como: "Para pintar el cuadro - creo recordar-.mire al modelo por el hueco de un erizo"...

Era su método "paranoico-crítico".

Y al llegar al consejo número 50, Dalí remata: "Pero todos esos consejos no sirven para nada si, en el momento de pintar, tu mano no es guiada por un ángel".

¡...!

... ¡Un ángel! Es una de las verdades más profundas que he oído en mi vida.

¿Quién es el ángel?


El ángel es aquello que, cuando estás creando, te guía más allá de ti mismo y tu raciocinio: no es tu cultura, ni tu oficio, ni tu inteligencia... El ángel es la obra que te lleva y hace de ti un mero médium.
...
El ángel es la película que ruedas; el libro que escribes; el poema que concibes y que te engulle y arrastra con su propia lógica. En esos momentos, cuando noto al ángel de la película que guía mi mano, cuando no soy yo, es cuando disfruto haciendo cine.

¿Y si no llega el ángel?

 Si puedo analizar o dirigir una película fríamente es que no es buena.

A veces se hacen para pagar facturas.

Yo he hecho películas sin dinero, pero nunca por dinero.

Hubo quien las hizo y bien.


Billy Wilder me confesó un día: "Los periodistas no paran de decir que el sistema de Hollywood no me deja hacer más películas y yo lo que lamento no es no haber hecho seis más sino no haber hecho seis menos."

Seguro que no eran tan malas.

Buñuel y John Ford hicieron películas para mantener a la familia, pero a mí no me sale.

¿Por qué?

No lo sé. Tampoco miro mis películas ni leo las entrevistas que me hacen: yo no soy un tema que me ocupe.

Pues Dalí era un genio narcisista.

El genio se manifiesta por cariño. Cuanto más cariño necesitas, más te esfuerzas por ser genial. La búsqueda de cariño es el motor del genio y de cualquier forma de arte.

¿Crear es una muestra de debilidad?


No lo dude. Todos queremos que nos quieran y si eres un genio creas genialidades para que te quieran.

O por lo menos te lean o te miren o...

Cualquier obra de arte: película, novela, cuadro, poema... Es maravillosa cuando la ves: "¡inolvidable!", repites. Pero pasan los años de verdad y ¿qué recordamos de ella?

Depende de la lotería de la memoria.


Con el tiempo, todo se confunde en el mercadillo de la memoria: un cuento que te contó tu madre con algo que te pasó en el colegio y un cuadro con otro y aquella película magnífica con un anuncio de champú.

¿Qué nos queda entonces?

La intensidad y nobleza del sentimiento: su aspiración de trascender. En cambio, hoy cultivamos el realismo sucio; la vulgaridad deliberada; el cinismo... Borges decía que el western era la última forma de épica.

Cinematográfica.


No; literaria. El cine, como dijo Azcona, genial, no es más que otro género literario.

El western tenía, como la Ilíada, héroes, duelos y mundos por explorar...


La épica surge cuando un ser humano hace algo sobrehumano: es capaz de luchar y morir en un instante o de vivir toda una vida por y para los demás.

Buscamos la ejemplaridad perdida.

Y no la hallaremos sin épica. Pero hoy no tenemos héroes, sino superhéroes, que son todo lo contrario de la épica.

¿Superman no es personaje épico?


Un superhéroe es un imbécil vestido de forma estrafalaria, un fracaso de la ficción.

Si los efectos especiales son buenos...

Serán lo que sean, pero no son cine. El superhéroe carece de aliento épico, de grandeza: es fruto barato de esta época sin héroes pero con supergilipollas con superpoderes.

A ratitos son humanos.

¡Sandeces! Un héroe de verdad es un cínico capaz de tragarse hasta su propio cinismo para jugárselo todo en un instante por los demás sin esperar nada a cambio.

¿Dónde están hoy los héroes?


Los he visto cuando rodé El milagro de Candeal. Son niños y viejos luchando día a día por mejorar su comunidad, cada metro cuadrado donde viven...

No sé si eso es muy taquillero.


Me decían: "¡Pero qué estas haciendo!"...

Cine ONG.


Para mejorar el mundo siempre hay que ser ingenuo. Porque los inteligentes se quedan en los bares haciendo frases y jurando que "el mundo es una mierda y no hay Dios que lo arregle". Olvidan que si la inteligencia te paraliza, es una estupidez.