Durísima e impactante película, no por lo que se ve, sino por lo que cuenta y sugiere. Ambientada en un país de Oriente Medio en plena guerra nacionalista y de religión, nos muestra como la violencia sólo causa más violencia y dolor y lo único capaz de romper esta espiral es el amor. Para público adulto, ejemplo de muy buen cine.
"Canadá. Dos
gemelos veinteañeros, Simon y Jeanne, son testigos de cómo
en pocos días la salud de su madre, Nawal Marwan, se resquebraja
totalmente,
de modo que acaba muriendo sumida en el más completo y desconcertante
silencio.
Cuando el notario amigo de la familia entrega el testamento de Nawal a
sus
hijos, éstos se enteran de que su padre no ha muerto -como ellos
pensaban- y de
que además tienen un hermano. El estupor y el disgusto son grandes,
además de
difíciles de digerir, porque para Jeanne y Simon esa noticia es la gota
que
colma el vaso en el anómalo comportamiento de su madre, que siempre
actuó
con ellos de manera extraña y aun distante. Ahora, la última voluntad de
Nawal
antes de recibir sepultura es que sus hijos busquen a su hermano y a su
padre,
y que les entreguen una carta a cada uno. Será Jeanne quien asuma la
responsabilidad de iniciar las pesquisas, para lo cual se traslada a
Oriente Medio con la intención de desentrañar la historia de su madre." DeCine21.